Si el objeto está estático, la frecuencia de la microonda reflejada es igual a la emitida, por lo que no se registra una detección.
Una vez que se produce un movimiento en el campo de detección, cambia la frecuencia de las microondas reflejadas, con lo que el sensor puede detectar el movimiento.
Esta tecnología es capaz de distinguir entre movimientos de aproximación (frecuencia superior) y alejamiento (frecuencia inferior), lo que permite que las puertas se abran solo en la dirección correspondiente a la aproximación.